Desde el pasado 1 de julio, los propietarios de viviendas en alquiler de corta duración deben registrar sus inmuebles en una ventanilla única digital facilitada por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana. A pesar de que el registro está operativo desde enero, es ahora cuando la normativa se convierte en obligatoria para todos los arrendadores.

El objetivo de esta ventanilla única digital, según señala el Ministerio, es establecer los mecanismos de ordenación de viviendas tanto de uso turístico como las destinadas al alquiler temporal, con la aspiración de conseguir un mercado transparente y regulado, igual que están haciendo otros países de Europa.

Y es que, aunque España ha sido el primer país en implementarlo, esta normativa nace de un reglamento europeo que obliga a todos los Estados a crear un sistema de información sobre los alquileres de corta duración.

Este registro no tiene por objetivo únicamente regular el mercado, sino también poner a disposición de los usuarios una base de datos con la que verificar la legalidad de una vivienda antes de alquilarla, así como asegurar que los propietarios cumples con la normativa fiscal y administrativa.

El registro único de alquileres temporales es un sistema digital en el que figurarán todas las viviendas destinadas a arrendamientos de corta duración, es decir, alojamientos turísticos o de temporada, quedando excluidos los alquileres residenciales.

A través de una nueva plataforma accesible y centralizada, la Ventanilla Única Digital de Arrendamientos, se busca facilitar el proceso tanto para propietarios como para autoridades, permitiendo un seguimiento efectivo de las actividades de alquiler.

En el marco de esta ventanilla, Vivienda ha creado un registro para que los arrendadores puedan ingresar los datos de sus propiedades y obtener un número facilitado por el Colegio de Registradores.

Los propietarios de viviendas de alquiler temporal solo tienen que acceder a la plataforma creada por el Ministerio y completar el formulario con la información sobre el inmueble, así como presentar la documentación requerida, entre la que se incluyen el título de propiedad, el certificado de eficiencia energética y la licencia para uso turístico, en caso de que sea necesario.

Como decimos, el registro no era obligatorio hasta ahora, si bien las autoridades animaban a los propietarios a adelantar el trabajo, pero desde este julio se convierte en una exigencia que puede acarrear sanciones económicas o legales en caso de incumplimiento.

No cumplir con esta normativa puede conllevar multas de tipo económico, así como la imposición de restricciones operativas para limitar la capacidad de los propietarios de alquilar sus viviendas. De no subsanar los errores, la Administración podría incluso revocar las licencias y permisos para el arrendamiento de propiedades.

Aunque esta medida no afecta a los alquileres residenciales, quienes arriendan sus propiedades en el mercado turístico o temporal están desde este mes obligados a registrar sus inmuebles, o de lo contrario tendrán que hacer frente a las penalizaciones que les imponga la administración competente.