El 24 de mayo de 2023 se aprobó en el Congreso la Ley por el Derecho a la Vivienda, con el objetivo de facilitar el acceso a una vivienda digna, especialmente para los colectivos más vulnerables. Uno de sus ejes principales fue permitir a las comunidades autónomas declarar zonas de mercado tensionado, lo que habilita limitar el precio del alquiler en estas áreas. Esto ha generado, por primera vez, un mercado con precios intervenidos conviviendo con otro libre.

Sin embargo, dos años después, los datos muestran un balance preocupante: lejos de mejorar el acceso a la vivienda, la ley ha contribuido a una drástica reducción de la oferta de alquiler residencial, un aumento histórico de los precios y una presión desbordada sobre los inquilinos que buscan vivienda.

La oferta de alquiler se desploma

En 2021, tras la pandemia, el alquiler vivió un auge con más de un millón de inmuebles saliendo al mercado. En 2022, la cifra bajó a 855.518. Tras la aprobación de la Ley de Vivienda, la oferta siguió cayendo: en 2024 se registraron 734.662 viviendas en alquiler, y para este 2025 se espera que el número baje aún más, hasta 681.920. En total, más de 120.000 viviendas han desaparecido del mercado de alquiler en tan solo dos años.

¿Por qué desaparecen estas viviendas del mercado?

La ley ha generado una clara división entre el alquiler residencial (intervenido) y otras fórmulas de arrendamiento que no están afectadas por los topes de precio. Muchos propietarios, ante la inseguridad jurídica, han optado por alternativas:

-            Alquiler temporal: hoy, el 14% de las viviendas se anuncian bajo esta modalidad.

-            Venta del inmueble o simplemente dejarlo vacío: en Barcelona, las viviendas vacías han pasado del 1,2% al 9,3% del parque total.

-            Alquiler turístico, aunque en ciudades como Madrid o Barcelona apenas representa el 1,1% y el 1,4% del total, respectivamente.

Demanda al alza y presión insostenible

Mientras la oferta baja, la demanda no ha dejado de crecer. Antes de la ley, cada vivienda recibía una media de 37 contactos en 10 días. Ahora, esa cifra ha subido a 112. Este aumento de la presión se ha traducido en subidas de precios del 26,5% desde 2023. El precio medio del alquiler ha pasado de 906 euros a 1.146 euros, superando por primera vez lo 1.000 euros de media.

Conclusión: un mercado más tensionado que nunca

Dos años después de la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, el mercado del alquiler en España se encuentra más tensionado que nunca: menos viviendas disponibles, precios más altos y más competencia entre inquilinos. La intención de mejorar el acceso a la vivienda no solo no se ha cumplido, sino que se ha agravado el problema para miles de familias y jóvenes que buscan un hogar.